Soy una chica sencilla, espontánea, de las que cruzan los pasos de cebra pisando solo las rayas blancas, de las que tienen su cuarto lleno de pósters y aún piensa que necesita más, de las que piensan que todo tiene solución, de las que odian los exámenes, de las que pasan de lo que digan los demás, de esas chicas que aunque lo niegan adoran las cosas cursis, soy una chica romántica, que sueña con un chico como Justin Bieber. Soy esa clase de personas que no se rinde fácilmente pero que a la mínima se le echa el mundo encima, y es que no dejo de ser una exagerada que se ahoga en un vaso de agua casi vacío... Soy de esas que no piensan lo que dicen , y se arrepiente justo después de hablar. Soy alguien fácil de convencer y difícil de enamorar. Soy de esas personas que dicen "yo me entiendo", pero en realidad no se entienden ni a ellas mismas. De las que hacen dibujos en las ventanas cuando hay vapor, de las que escriben su nombre en los márgenes de las libreta, de las que adoran San Valentín aunque no tengan novio, de las que sueñan despiertas, de las que aún creen en los príncipes azules y en que pueden llegar a ser princesas, de las que tienen un amor platónico, de las que creen en el amor a primera vista, de las que aunque lo pasen mal siempre sonríen porque esa sonrisa es la que las hace ponerse felices otra vez, de las que adoran las palabras bonitas al oído, de las que gritan por la calle, de las que hablan solas, de las que bailan como unas locas delante del espejo, de las que se sienten identificadas con el 99% de las canciones, de las que no pueden vivir sin el chocolate y sin galletas y no se esfuerzan por cambiarlo, de las que piensan "si no les gusta como soy, lo siento por ellos", de las que si tienen frío se ponen tres camisetas, dos jerséis, guantes, buafanda y abrigos gordos, de las que hacen las cosas para sentirse orgullosas de sí mismas, de las que se enfadan con sus padres pero luego les pide perdón porque no aguantan ni un minuto enfadadas, de las que les llega con un "lo siento" para perdonar cualquier cosa, de las que consideran que la mejor manera de decir cualquier cosa es mejor empezando con un abrazo, de las que no se callan aunque le digan "Dios mío como hablas", de las que no son tímidas excepto cuando estan con ese chico especial, de las que tienen miedo de la oscuridad, de las que siguen durmiendo con un peluche, de las que escriben cartas porque piensan que merece más la pena una carta que un correo, de las que viven con la cara roja porque no son capaces de no ponerse coloradas, de las que no se cansan de decirle a la gente a la que quieren "eres importante", de las que se calientan las manos en el radiador, de las que saludan a la gente sin conocerla, de las que intentan contar las estrellas, de las que tienen miedo a la parte negra del mar, de las que tienen miedo a las alturas y aún así se suben a los sitios más altos para ver las vistas, de las que les da igual que el chicle llene el estómago de aire y se pasan el día comiéndolo, de las que se meten todas las uvas a la vez en fin de año por si no les da tiempo a comérselas y luego no pueden ni masticarlas, de las que miran las nubes y siempre encuentran formas. Soy alguien capaz de dejarse llevar sin medir las consecuencias. Que confía ascendiendo tres metros sobre el cielo, para luego llevarse la gran ostia, pero sobre todo soy ese tipo de persona que vuelve a levantarse, y que sin querer, sonríe para parecer mucho más fuerte. Reconozco que soy la persona más cabezona del planeta y probablemente también la más contestona. Que soy el ser más imperfecto y reconozco todos y cada uno de esos defectos. Que llevo el móvil en el bolsillo aunque sea cancerígeno y que primero actúo y luego pienso. Pero eso sí, si me caigo, siempre me levanto, siempre.
