Veo que todo te va bien, y me alegro. Espero que seas feliz, que sonrías y que luches por lo que quieras, que al fin y al cabo, es la clave para vivir. A pesar de todo no te guardo rencor; aunque tampoco tengo porqué hacerlo. Si algún día quieres saber de mí, si tienes tiempo para ello, descuelga el teléfono, mándame un mensaje, estoy aquí.
Y ahora punto y aparte, verso acabado, letra mayúscula,
FIN DE LA HISTORIA.