Ven aquí, a mi lado. Vámonos lejos, muy lejos, no importa a dónde siempre que me lleves de la mano. Pasemos de ellos, de ella, de ellas, de todos. Perdámonos en Londres, París, Nueva York o el parque de al lado; pero solamente tú y yo. Quiero estar a tu lado, que me toques, me acaricies, que me des un beso de esos que no acaban. Quiero que nadie nos pueda separar, que nadie nos pueda juzgar; que podamos ser tú y yo. Quiero pasar cada segundo del resto de mi vida a tu lado, despertarme con el calor de tu corazón. Quiero hartarme de tus abrazos y decirte que te quiero. Vámonos, lejos, muy lejos por favor. A algún lugar donde esas miradas y esas caricias dejen de tener sentido para los demás, donde sean nuestro secreto. A cualquier sitio, pero juntos.
Personas con una sonrisa encontrada... ~
lunes, 16 de julio de 2012
miércoles, 4 de julio de 2012
Believe
Era de noche y todo se
encontraba en una calma tan devastadora que pondría incómodo a cualquiera. Pero
allí, acurrucada en la oscuridad, Samantha lloraba. Lloraba por todo lo que
nunca volvería a ser posible. No tenía ganas de nada, salvo de seguir llorando
hasta quedarse sin lágrimas. En su interior dos voces discutían y hacían que
cada vez se sintiese peor.
“ + ¿Que la esperanza es
lo último que se pierde? Eso es tan solo una de las más grandes mentiras que
todos nos inculcamos desde siempre. Después de quedarte sin esperanzas es cuando
verdaderamente empiezas a perderlo todo. Al perder esa última esperanza que nos
mantenía a flote, todo el esfuerzo deja de tener importancia, te quedas de
repente sin nada; sin ilusiones, sin miedo, sin confianza… Y es que, a pesar de
todos los intentos por conseguir eso que tanto añorabas, no has logrado nada. Te
aferrabas inútilmente a la última esperanza posible deseando que un milagro ocurriese
en el último momento.
-¿Y?
+Que ese milagro no
llegó, que esa última esperanza que tanto necesitabas ha sido reemplazada por
la agonía de que ya nada tiene sentido y la impotencia de que no puedes hacer
nada por remediarlo. ¿Y sabes qué hora llega? La hora de inventarse esperanzas
falsas y vivir con ello. Solo tienes que creer en eso que ya no va a pasar. Cree con todas tus fuerzas y con
lo único que te queda, la vida. Y así acaba todo. Creyéndotelo. Agarrándote a una boya inexistente que te salva de
ese mar de ilusiones y creyendo que vas en un barco que te lleva directamente
hacia tu sueño; un destino que realmente nunca va a llegar.
- Mañana cuando despierte
todo será diferente e igual al mismo tiempo. Saldré con esa sonrisa en la cara
que todos quieren ver para no sentirse culpables, y al final del día al caer la
noche volveré a este mismo punto a llorar recordándome que simplemente me estoy
creyendo una mentira que yo misma he inventado; ¿pero eso importa ya? “
Finalmente Samantha se
quedó dormida mientras huía de sí misma, de su mente, mientras esperaba despertarse de un sueño llamado la vida real .
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